jueves, 15 de diciembre de 2011

Acerca del dinero

El dinero tiene como función establecer un medio de intercambio y también una referencia respecto del valor de los bienes comercializados. Antes de su invención se recurría al trueque, que mostraba importantes limitaciones respecto de las funciones mencionadas. Luego, en varias etapas de la historia, se volvió al trueque cuando los sistemas monetarios cayeron en descrédito.

Algunos elementos utilizados como medio de intercambio fueron el tabaco, el cacao, la sal, etc., que se conocen como dinero-mercancía. Del último medio de pago mencionado nos queda la palabra “salario”. Entre las desventajas que presentaba este tipo de dinero estaba su posible deterioro con el tiempo y la dificultad de acumulación, con lo cual el ahorro era poco factible. Luego aparece el dinero metálico, que permite su acumulación como reserva para el futuro.

La importante innovación del dinero, tal como lo conocemos actualmente, surgió en Lidia, actualmente en territorio turco, entre los años 640 y 630 a.C. Si bien la utilización de metales ya se venia utilizando como medio de pago, era necesario subdividir los lingotes en monedas pequeñas para abarcar incluso los intercambios de tipo doméstico. Jack Weatherford escribió:

“Una vez que la tecnología humana y la organización social se hubieron desarrollado al punto de emplear cantidades estandarizadas de oro y plata en los intercambios, fue sólo cuestión de tiempo que aparecieran monedas más pequeñas. Este salto tecnológico y cultural desde las primitivas monedas constituyó la primera revolución monetaria de la historia y, según todos los conocimientos numismáticos disponibles, ocurrió sólo una vez. Tuvo lugar en Asia occidental, en lo que hoy es Turquía, y de allí se difundió alrededor del mundo para convertirse en el sistema monetario global y en el antecesor del sistema con el que hoy vivimos y trabajamos” (De “La historia del dinero”-Editorial Andrés Bello-Santiago de Chile-1998).

La principal causa del desarrollo económico, político y cultural de Grecia estuvo asociada al empleo del dinero fraccionado establecido en Lidia, ya que un sistema monetario de ese tipo es el que posibilita el establecimiento de una economía de mercado. Jack Weatherford escribió:

“Ya sean los antiguos egipcios o los aztecas, los hititas o los babilónicos, los cretenses o el enigmático pueblo de Mohenjo-Daro, vemos que todos ellos parecían haber alcanzado un nivel similar de civilización. Es como si todos ellos se hubieran topado con la misma pared invisible y hubieran sido incapaces de horadarla”. “Los griegos, sin embargo, rompieron esta barrera. De pronto la arquitectura, la filosofía, la ciencia, la literatura y otras artes y ciencias alcanzaron un nivel de desarrollo que las civilizaciones precedentes no conocieron. Ciertos estudiosos quieren hacernos creer que este quiebre surgió de alguna cualidad superior en la mentalidad, la psiquis, la raza o la cultura griegas, de una sensibilidad un punto más avanzada en relación con los seres humanos y la naturaleza; pero hay escasa evidencia en la historia, antes o después de aquella época, de que los griegos fueran en algún sentido únicos entre los muchos pueblos del mundo. Lo verdaderamente distinto en su caso fue que eran vecinos de los lidios, los inventores del dinero. A diferencia de otros vecinos, como los fenicios y los persas, que ya poseían refinados sistemas sociales aunque no existía en ellos el dinero, los griegos eran en buena medida una civilización aún incipiente, y su adopción del dinero los impulsó hacia delante hasta que sobrepasaron a todos los demás pueblos de la región. Grecia fue la primera civilización transformada por el dinero, pero en un periodo relativamente breve todas las culturas siguieron a la griega por la misma senda y experimentaron similares transformaciones”.

Roma fue la seguidora y heredera del pensamiento griego en muchos aspectos, y también en el uso del dinero. Incluso la palabra “moneda” es de origen latino. Se atribuía a la diosa Juno Moneta regir sobre muchas actividades, que incluso abarcaba la emisión de dinero. En el año 269 a.C. aparece una moneda de plata, el denario, con la efigie de la diosa Moneta, de donde deriva la palabra “moneda”, y las inglesas “mint” (acuñar) y “money” (dinero).

El esplendor de Roma estuvo asociado al empleo del dinero y del mercado. Jack Weatherford escribió:

“Roma edificó el primer imperio de alcance mundial organizado en torno del dinero. En tanto el gran imperio egipcio, el persa y otros imperios tradicionales habían descartado el dinero como un principio de organización fundamental y preferido en su lugar el gobierno, Roma propició el uso del dinero y organizó todos sus asuntos alrededor de esta nueva mercancía”.

También hubo administraciones deficientes en épocas en las que los gastos, militares y de otro tipo, excedían a las entradas de dinero en forma de impuestos y confiscaciones. Para equilibrar los ingresos con los gastos, apareció una “innovación negativa” que se sigue empleando incluso durante nuestros días, tal la acción gubernamental de falsificar la moneda acuñándola (o imprimiéndola) en cantidades arbitrarias, sin referencia a las necesidades del mercado. Tal proceso se denomina inflación, cuyo principal efecto es la suba generalizada de los precios.

La inflación aparece con el emperador Nerón, quien, bajo pretexto de acuñar nuevas monedas con su efigie, aprovecha la ocasión para reducir el porcentaje de oro y plata de las mismas, disminuyendo levemente su tamaño, para obtener así mayor cantidad de monedas con el mismo metal de las anteriores. Este proceso inflacionario fue también aplicado por otros emperadores quienes redujeron cada vez más el porcentaje de oro y plata de las monedas en circulación. Cuando los gastos militares excedieron el caudal de valores obtenido mediante el saqueo a otros pueblos, o mediante la expoliación interna en forma de impuestos, se produjo la caída del Imperio. Jack Weatherford escribió:

“Pese al éxito comercial alcanzado en la era imperial temprana, los emperadores posteriores no dieron muestra de un interés significativo por el comercio. Su fama y su gloria provinieron de la esfera militar y las conquistas, y su riqueza se derivó de los logros de sus ejércitos antes que de los mercaderes. A medida que el imperio siguió expandiéndose, el emperador pudo apropiarse de la riqueza de los territorios conquistados y emplearla para financiar al ejército, para pagarle al gobierno y apoyar cualquier proyecto que tuviera en mente. Cada nueva conquista traía un nuevo filón de oro y plata como botín y también esclavos para vender en los mercados, y proporcionaba al emperador nuevos soldados que entrenar para hacerlos batirse contra el siguiente adversario”.

Luego de la caída del Imperio Romano, le sigue la época feudal, en la cual existe una tendencia a la autosuficiencia económica en lugar del comercio, desechándose casi por completo el uso del dinero. Ello se debió a la poca confianza que se tenía en la validez de las monedas circulantes y por el recuerdo de las nefastas experiencias inflacionarias de la época romana.

En el siglo XII surge otra innovación y ella fue promovida por la Orden Militar de los Caballeros del Templo de Salomón, conocidos como los Caballeros Templarios, que tenían como misión liberar a la Tierra Santa ocupada por los infieles a Cristo. Este grupo religioso comienza a ofrecer algunos de los servicios que posteriormente serán realizados por los bancos actuales, como es el caso de las transferencias de valores de una ciudad a otra. Jack Weatherford escribió:

“Los templarios se convirtieron después en hombres de negocios, llegando a administrar la mayor corporación bancaria internacional por espacio de casi doscientos años. Durante ese periodo echaron los cimientos de lo que sería la banca moderna, aunque a un precio altísimo para ellos. Su éxito condujo no tan sólo a la destrucción de la orden, sino al tormento y la quema en público de sus líderes”.

Las actividades bancarias son reiniciadas por familias italianas originarias de Pisa, Florencia, Venecia, Verona y Génova, principalmente. La palabra “banco” deriva justamente de las mesas, o bancos, que se utilizaban en las ferias y mercados para realizar operaciones de tipo financiero. La familia de banqueros más conocida fue la de los Médici, a quienes se asocia el Renacimiento.

Uno de los problemas que surgieron con las actividades bancarias provino de la prohibición bíblica del cobro de intereses por el préstamo de dinero, por lo cual los banqueros tuvieron que disfrazar tal operación bajo un procedimiento llevado a cabo con letras de cambio. Así, el banquero otorgaba un préstamo mientras hacía firmar al beneficiario una nota mediante la cual éste se comprometía a pagar, en otra moneda, una cantidad que contemplaba el interés que se había acordado previamente.

Luego del descubrimiento de América, le sigue la conquista y el saqueo de metales como el oro y la plata. Como tales metales eran la base de las monedas utilizadas en Europa, su llegada produce un proceso de tipo inflacionario, principalmente en España y Portugal, que perjudicó seriamente a la gente de menores recursos. Los gobernantes monárquicos gastaban el oro y la plata en lujos y vanidades, por lo cual la economía española sufrió un importante deterioro a pesar del aparente éxito económico de la conquista. Jack Weatherford escribió:

“Los funcionarios ricos y los favoritos de las cortes de España y Portugal se valían de su riqueza para adquirir lo que deseaban: soldados y vituallas para librar sus guerras, y sedas lujosas, porcelanas y especias para ellos mismos y para exhibir en sus palacios. Empleaban los metales preciosos para decorar sus casas y catedrales y adornarse a sí mismos, su mobiliario y sus carruajes”.

“Hicieron cuanto se les ocurrió con el metal, todo excepto comérselo o invertirlo”.

Otra innovación de suma importancia, surgida en China, consiste en el uso de papel para evitar el dificultoso movimiento de monedas en los intercambios comerciales, especialmente cuando se trataba de grandes cantidades. Luego aparece el papel-moneda, cuyo principal artífice fue Benjamín Franklin. Es oportuno mencionar que la contienda militar que permitió la independencia de los EEUU, fue financiada mediante la impresión de billetes sin respaldo suficiente.

Cuando el billete de papel representaba cierta cantidad de oro mantenido en el banco emisor, no era legalmente posible realizar una impresión arbitraria. Debido a las dificultades para la obtención de oro y ante el aumento de la producción y luego de los billetes requeridos, debió dejarse de lado el patrón oro para utilizarse monedas extranjeras en esa función, o bien cada billete quedó respaldado principalmente por todo aquello que con él pudiera comprarse.

Finalmente, bajo los sistemas de producción planificada, el dinero deja de utilizarse siendo reemplazado por una libreta de racionamiento en donde se anotan los bienes o alimentos retirados por el usuario en los lugares de aprovisionamiento, ya que queda prohibido todo intercambio comercial entre particulares. Las filas de espera resultaron ser algo tradicional en los países comunistas, algo que ocurre normalmente en establecimientos militares o en instituciones carcelarias.